¿Nos vamos a morir todos ?
¿Y si cae un misil en casa? ¿Las abuelitas pudieron salir de la guerra?
¿ Hay una bomba nuclear y puede explotar?
Estas preguntas comienzan a escucharse cada vez más en las conversaciones que tienen los niños en la escuela , con sus maestros y en casa.
Las imágenes de ciudades destruidas, armas ,explosiones , familias huyendo y niños llorando acaparan las pantallas y son el centro de las conversaciones de muchos de los adultos de su entorno. Frente a esta realidad bélica, los niños hacen conjeturas, buscan respuestas , y sienten diferentes emociones . Preocupación, ansiedad, intranquilidad y miedo, comienzan a despertarse en su interior.
Muchas familias que cuidan sus conversaciones delante de sus hijos y limitan la exposición de noticias e informativos en sus casas , se sorprenden cuando sus pequeños preguntan acerca de la guerra o comentan la información que un compañero les contó en la escuela. La información tarde o temprano llega a los niños , y con ella se despiertan diferentes emociones. Señales de curiosidad, preocupación, ansiedad o angustia por la guerra pueden manifestarse a través de miedos nocturnos, necesidad de mucho apego a sus cuidadores, dolor de estomago, pesadillas e irritabilidad.
Saber que algo esta ocurriendo es tener información , pero lo que los niños necesitan tener, es una “buena explicación “ . No tener a ningún adulto que les explique con delicadeza qué significa una guerra puede ser atemorizante para los niños. Todos los niños necesitan seguridad y contexto y las explicaciones que les damos son las que les proporcionan esto.
Todos los niños son diferentes, anhelan un nivel diferente de detalle y se ven impactados por diferentes partes de una historia. Necesitan explicaciones diferentes para sentirse seguros y a salvo. Por lo que es importante gestionar la conversación acerca de la guerra según lo que ya saben, su edad, maduración y nivel de sensibilidad.
Existe un dato clave a tener en cuenta a la hora de conversar con los niños acerca de la guerra , la muerte o sobre cualquier cambio fuerte que viva la familia. Todos los niños tienen un pensamiento en el centro de su mente que ocupa toda su preocupación. Este pensamiento tiene forma de pregunta :
“¿Qué va a pasar conmigo?”,”¿Y Yo?”, “¿Y a mi también me va a pasar eso?”.
Estas preguntas que rondan en su cabeza son normales y saludables. Es así como los niños procesan lo que sucedió , escucharon o vieron en la pantallas. Necesitan entenderlo en términos de lo que significa para ellos, para su seguridad y bienestar.
Por esto es que los padres, madres, maestros y cuidadores necesitan explicar a los niños lo que está sucediendo en el mundo sin dejarlos temblando.
La explicación es una oportunidad para tranquilizarlos, decirles que están a salvo y corregir cualquier información inexacta que puedan haber encontrado, o interpretado.
Cómo comenzar?
Preguntales qué escucharon y por qué están preocupados por eso.
Luego tranquilizálos diciéndo que están a salvo de cualquier peligro. Es importante contarles que muchas personas están trabajando arduamente en todo el mundo para detener el conflicto y encontrar la paz. Es crucial que los niños sepan que las personas se ayudan mutuamente con actos de valentía , solidaridad y bondad. Busca historias positivas, como los socorristas que ayudan a las personas, las organizaciones que brindan alimentos saludables y nutritivos , los médicos que cuidan con muchísimo amor a los personas que lo necesitan , o los jóvenes que piden la paz con marchas, canciones , arte , etc.
También podemos preguntarles si les gustaría participar en una acción positiva. Tal vez pueden dibujar un cartel o escribir un poema por la paz, incluir en sus oraciones amor para el mundo entero o participar junto a la familia de algún pedido de ayuda a familias de Ucrania. La sensación de hacer algo, por pequeño que sea, a menudo puede brindar mucha tranquilidad ya que activa la compasión, antídoto natural contra la angustia y la abrumadora preocupación .
Es fundamental recordarles que lo que sienten nos importa y que estamos ahí para escucharlos y apoyarlos cuando se sientan preocupados o necesiten preguntar o contarnos algo.
Lic. Mariana de Anquin
Psicopedagoga especialista en Aprendizajes ,Crianza y Emociones.
La regla de los nueve minutos. ¿Sientes que te falta tiempo para tus hijos? Solo 9 minutos diarios pueden cambiarlo todo.
La regla de los nueve minutos Lic. Mariana de Anquin Psicopedagoga - Especialista en Educación y Crianza Emocional La regla de los nueve minutos es una invitación a ser conscientes de lo que les decimos a nuestros hijos, lo que hacemos con ellos y, sobre todo, cómo los hacemos sentir en nuestra presencia, al menos durante nueve minutos al día. La regla de los nueve minutos surge como una guía para ayudarnos a conectar conscientemente con nuestros hijos, pero si nos detenemos a pensarlo, es muy triste que necesitemos una regla para algo tan esencial como el vínculo con ellos . Es doloroso que hayamos llegado a esta situación en la que, al criar y educar a lo que más amamos, nuestros hijos, no podemos salir del piloto automático y de conductas reactivas que nos llevan a lastimar los vínculos y a desatender las necesidades emocionales básicas de los niños. Esta regla surge para estos tiempos apurados y agobiados, donde la crianza forma parte de un gran universo de asuntos que...
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