Es muy importante enseñarles a los niños de pequeños que los
pensamientos son la causa primera de todo. Los pensamientos, provocan las
emociones. “Si te sientes mal, es porque tienes pensamientos que te hacen
sentir así”.
Los niños tienen que saber que es
imposible sentirse mal y tener buenos pensamientos y a la inversa, no pueden
sentirse bien, si tienen malos pensamientos.
Podemos explicarles que existe
una reacción en cadena: un pensamiento
sostenido en la mente durante un tiempo, provoca una emoción que se corresponde
con ese pensamiento e impacta directamente en nuestro cuerpo y en la conducta,
manifestándose en los resultados de lo que hacemos. Si pienso en mi mente
insistentemente que “No puedo “, esto genera una emoción que le corresponde a
ese pensamiento, puede ser ira y frustración en un comienzo, hasta sentir temor
y tristeza ante mi incapacidad. Este pensamiento NO PUEDO, junto con la
emociones que vienen del mundo del dolor, impactan en la conducta y en los
resultados que obtengo. Este pobre resultado a la vez confirma mi pensamiento
de que no puedo.
Por eso decimos que si pienso que PUEDO, PUEDO y si pienso que
NO PUEDO, no puedo.
Entonces tenemos que recordar que los pensamientos son la causa primera de todas las cosas, y las emociones les
muestran que tipo de pensamientos están en su mente: “Si te sientes bien, es
porque estas teniendo pensamientos positivos, que te animan, apoyan, son
pensamientos que te hacen sentir confiado y capaz”.
Podemos enseñarles a los niños a
chequear el tipo de pensamientos que están creando en su mente ¿Cómo? En
realidad, es muy sencillo. Consiste en invitarlos a preguntarse ¿Cómo me siento? Te sientes
bien, sigue así”. Celebra las emociones
como el entusiasmo, la felicidad, la
gratitud, la esperanza, porque vienen antecedidas por un pensamiento luminoso.
“Te sientes mal, ALTO, es porque
tienes pensamientos que te hacen sentir mal.”
Puedes invitarlos a detenerse un
momento y plantearse esta pregunta varias veces al día ya que cada vez que lo hagan serán más
conscientes de cómo se sienten. Cuando se sientan mal, podrán hacer el esfuerzo
por cambiar sus pensamientos para sentirse mejor. Podemos explicarles que es imposible
que puedan controlar todos los
pensamientos que tienen en su mente, ¡por que son muchísimos! Los científicos dicen que tenemos
unos 60.000 pensamientos en un día. Pero podemos saber rápidamente que
estamos pensando a través de las emociones.
Las emociones son la mejor herramienta
para detectar pensamientos. Nos dicen velozmente lo que pensamos. Los niños
pueden aprender que “Si te sientes bien, es porque tienes pensamientos amables hacia ti mismo,que te
hacen sentir bien”. También podemos mostrarles que es imposible que se sientan mal y
tener pensamientos positivos a la vez. Los pensamientos provocan las emociones. Si
se sienten mal, es porque tienen pensamientos que les hacen olvidar todo lo bueno que hay en ellos, y todo lo que son capaces de lograr.Son pensamientos que les dicen que equivocarse es fracasar, que ir despacio esta mal, que sino fueron elegidos en un juego nunca lo serán,y que a veces no son lo suficientemente valiosos, inteligentes o amados.
Confecciona una lista de recursos
para que los niños la tengan a disposición
cuando necesiten elevar su nivel
de bienestar emocional .Puedes incluir
su música favorita, recuerdos preciosos, momentos divertidos, estar en
la naturaleza, paseo con la mascota, abrazo con persona que ama, tiempo de oración,
sonreír durante un minuto, los recursos que consideres que les ayuden a cambiar
la frecuencia emocional .Estos recursos actúan como fertilizantes para el
cultivo de buenos pensamientos.
Entonces, la idea clave es, enseñarles a los niños a ser conscientes de cómo
se sienten porque es la forma más rápida
de saber lo que están pensando.
Con todo mi amor
Mariana
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